4 de septiembre de 2012

El perdedor

Y el siguiente recuerdo es que estoy sobre una mesa,
todos se han marchado: el más valiente
bajo los focos, amenazante, tumbándome a golpes...
y después un tipo asqueroso de pie, fumando un puro:
"Chico, tú no sabes pelear", me dijo,
y yo me levanté y le lancé de un golpe por encima
de una silla.

Fue como una escena de película, y
allí quedó sobre su enorme trasero diciendo
sin cesar: "Dios mío, Dios mío, pero ¿qué es lo que
te ocurre?" y yo me levanté y me vestí,
las manos aún vendadas, y al llegar a casa
me arranqué las vendas de las manos y
escribí mi primer poema,
y no he dejado de pelear
desde entonces.

Charles Bukowski