18 de noviembre de 2012

Amapola


Noche destetada, niña despintada de azules,
yo no sé si tuve úteros de paredes blancas.
Virgen desahuciada llora por caminos de barro,
me baila tu paso y que lleves ropa mojada.
Tengo la coartada para encarcelar toda duda,
que nunca haya mucha carne para darle pomada.

Tengo los bolsillos tan llenos de cigarrillos
que no me cabe la necesidad.
Tengo la cabeza con tantos grillos
que cuando quiera puedo echar a volar.

¿Y de dónde salen siempre tantos corazones rotos?
Si en lugar de tanta muchedumbre somos una flor.
Que la luna está cansada de ser el amor de todos.
El que quiera carne que se queme y que regale un sol.

Tengo un lecho de amapolas
que es como estar desnudo en el mar.
Y un universo de olas
que garantizan que mi corazón 
no pase más una noche a solas.
Tengo un cielo de las sobras
de despertar desnudo en el mar.
Y el corazón sigue en obras
con los pilares en reconstrucción 
cada vez que tú los mojas.

La lluvia dorada que es para tu cara las nubes,
que nunca se nuble el brillo de tu mirada.
Ya tengo saciada para algunos días la lumbre
si puedo acostarme sobre la miel de tu espalda.

Tengo los bolsillos tan llenos de cigarrillos
que no me cabe tu necesidad.
Tengo la cabeza con tantos nidos
que cuando quiera puedo echar a volar.


Carlos Chaouen