Nostalgia es lo único que queda,
los años arrasaron con todo:
se llevaron ese camino serpenteado,
aquella desvencijada escopeta
junto a una vieja casa y
las flores que la adornaban,
esos cuatro (quizá cinco) gatos y
el canario que llamaba su atención,
también aquellas sillas que crujían
y una antigua mesa de madera
rodeada de mucha gente...
especialmente lo hicieron
con aquella pobre gente.