La estrella principal
rodó por la escalera
entre disparos de flash
en un reflejo fugaz
de los ochenta.
La entrada triunfal
y a la salida te llevan
a la parte de atrás
como las chicas
del servicio de limpieza.
Cuando te ven llorar
lágrimas al borde de tu boca
para disimular
lágrimas a punta de pistola.
En el backstage...
hasta quedarte a solas.
¿A qué velocidad escapa
lo que damos por perdido,
lo que creíamos caído del cielo?
La estrella principal
ahuyenta los destinos compartidos
y está dispuesta a planear a ras del suelo
para justificar
lágrimas al borde de tu boca,
para disimular
lágrimas a punta de pistola.
Quique González