6 de marzo de 2014

Versos y madera


Se ensañó la vida,
desgarró la herida,
la adicción a perder.

Ojos de muñeca,
una bala hueca,
un adiós, un ¿por qué?

Me acostumbré a las noches en vela
llorando lágrimas de acuarela
y puse a arder versos y madera,
perdí las ganas y las maneras,
se me cortaron los labios por la pena.

Fui tu amor prohibido,
le encargué a mi olvido
olvidarse de ti.

Piernas de sirena,
media luna llena
que dejó cicatriz.

Me acostumbré a las noches en vela
llorando lágrimas de acuarela
y puse a arder versos y madera,
perdí las ganas y las maneras,
se me cortaron los labios por la pena.

Verás arder versos y madera
cuando te juzguen y no te quieran,
cuando se agrieten tus labios por la pena.

Dani Flaco