Páginas en blanco
Hoy ha sido un buen día, los domingos siempre lo son. Después de desayunar ha venido mi nieto y hemos jugado al ajedrez, según decía teníamos una partida pendiente porque la última la había ganado yo, esta también, creo que soy un genio del ajedrez... o eso o me ha dejado ganar, que también puede ser. Por la tarde hemos dado un paseo por la orilla del río, está precioso en esta época del año, desde joven siempre me ha gustado descender por las callejuelas de la ciudad hasta llegar a él, me ayudaba a respirar, a alejarme de todo. Al llegar de nuevo a casa hemos visto el partido, una pena que el árbitro estuviese comprado, mi nieto me decía que ni hablar, que había sido penalti, aunque estaba claro que el jugador se había tirado, su pasión no le deja ver la realidad pero es un buen chico. Se ha ido hace un rato y me ha dicho que vendría mañana a ver como estaba, voy a escuchar un poco de música antes de acostarme... definitivamente ha sido un gran día.
18 de noviembre, 2012
Me he levantado más tarde de la cuenta, pero no importa, al fin y al cabo es domingo. Había un extraño en la cocina, al principio me he asustado un poco, dice que es mi nieto, yo no lo conozco pero tiene pinta de ser un buen chico. Me ha enseñado un juego muy divertido, el tablero estaba dividido en una cuadrícula que alternaba blanco y negro y las figuras simulaban ser dos ejércitos, creía que lo tenía perdido pero al final he ganado en un movimiento maestro, parece que soy bastante bueno. Después de comer hemos ido a una plaza desde la que se veía el río, quería bajar pero las piernas no me funcionan como antes y las calles que llevan a él son demasiado pronunciadas, no sé explicar el motivo pero me siento bien contemplándolo; mañana pienso volver, aunque no sé si la encontraré ya que me he desorientado en el camino de vuelta a casa. Una vez allí hemos visto un partido de futbol y el muchacho se ha despedido prometiendo volver mañana después de clase, ya en mi habitación he puesto la radio clásica casi por instinto, el caso es que tengo ganas de llorar y no entiendo porqué... hoy ha sido un buen día, los domingos siempre lo son.