7 de octubre de 2015

La mujer que yo quiero


La mujer que yo quiero no necesita
bañarse cada noche en agua bendita.
Tiene muchos defectos, dice mi madre,
y demasiados huesos, dice mi padre.

Pero ella es más verdad que el pan y la tierra.
Mi amor es un amor de antes de la guerra
para saberlo...
La mujer que yo quiero no necesita
deshojar cada noche una margarita.

La mujer que yo quiero es fruta jugosa
prendida en mi alma como cualquier cosa.
Con ella quieren dármela mis amigos
y se amargan la vida mis enemigos

porque sin querer tú te envuelve en su arrullo
y contra su calor se pierde el orgullo
y la vergüenza...
La mujer que yo quiero es fruta jugosa
madurando feliz, dulce y vanidosa.

La mujer que yo quiero me ató a su yunta
para sembrar la tierra de punta a punta
de un amor que nos habla con voz de sabio
y tiene de mujer la piel y los labios.

Son todos suyos mis compañeros de antes:
mi miedo, mi escalera y mis amantes.
¡Pobre Juanito...!
La mujer que yo quiero me ató a su yunta
pero, por favor, no se lo digas nunca.

Pero, por favor, no se lo digas nunca...


Carlos Chaouen
(Letra de Joan Manuel Serrat)