un poema de amor
dedicado a mi mujer
pero lo cierto es que no sé
por qué, pero me pongo
increíblemente triste y los poemas
de amor no se me han dado nunca
demasiado bien —o quizá es que nunca
lo haya intentado seriamente—;
supongo que el amor
debe de ser
como esos rarísimos instantes
de felicidad:
si por un momento
los tienes
yo diría
que no es conveniente
andar jodiendo el tiempo
con poemas.
Roger Wolfe