20 de octubre de 2014

Martina


Martina no tiene intermedios,
conoce remedios para los destinos.
Golpea siempre dos veces
las puertas que encuentra por su camino.

Martina prolonga su huida,
no cree en las mentiras,
no guarda rencores
y dentro de sus corazones

hay hueco de sobra
para un rato más.

Martina te enseña sus guías,
Martina te envía postales sin sello.
Martina exporta su risa,
deja que la brisa se duerma en su pelo.

Martina es un aguacero
y bajo su abrazo no existen fisuras.
Vigila bien las figuras que acechan su paso
y juega a no ver.

Martina regala sonrisas,
se muestra de harina,
sabe que es de acero
y baja peldaños del cielo
y cogiendo tu mano
te invita a subir.

Martina es un espejismo,
Martina un abismo de lamentaciones.
Martina no tiene razones,
Martina es el sueño
que evitas tener.

Martina puede ser tu musa,
Martina es la excusa para las locuras
y al pasar quema las dunas
y deja al desierto descansar en paz.

Martina es como heroína,
Martina opina aunque no le pregunten.
Martina cumple deseos,
reinventa sus credos,
se esconde en su cumbre.

Martina no conoce dueño,
camina sin freno, sin ley, ni rutina.
Nacida en mi pensamiento,
Martina es la parte pequeña de mí.


Zahara